Hemos dejado la solución a nuestros problemas de movilidad en manos de los ingenieros y estos nos han devuelto lo único que pueden ofrecernos: soluciones técnicas. Esos ingenieros, si acaso con ayuda de arquitectos y urbanistas, nos han creado espacios urbanos diseñados no a la medida de las personas, sino de sus vehículos. Anchas avenidas que durante décadas se han considerado paradigma de modernidad, cuando realmente su objetivo era aumentar la cantidad de vehículos circulantes, aparcamientos gigantescos vendidos como modelo de comodidad que en realidad tratan de esconder bajo tierra lo que ya no cabe en la superficie. Y algunas veces con el único y triste fin de desplazarse de un edificio a otro sin siquiera poner el pie la calle.
El aumento exponencial del número de coches eléctricos seguirá agravando el problema, viviremos cada vez más en urbanizaciones cerradas rodeadas de vías rápidas o en cascos históricos cada vez más inaccesibles. De ese futuro inmediato y distópico no nos va a salvar el coche eléctrico. Si acaso las electrolineras sustituirán a las gasolineras, bajarán algo los niveles de CO2 y… ya!.
Que hacemos?
REINVENTAR EL MODELO DE MOVILIDAD…
…NO SU TECNOLOGÍA
FFPT(fare-free public transport). Hace 50 años Colomiers, una pequeña población occitana cercana a Toulouse, implantó experimentalmente un sistema pionero de transporte publico sin pago. El objeto no era facilitar la movilidad de las personas más desfavorecidas sino CAMBIAR LOS HABITOS de movilidad de los ciudadanos. El éxito fue fulgurante y el uso del transporte público se multiplicó exponencialmente en pocos años. Desde entonces otras ciudades europeas, (Tallin, Voronezh, Hasselt, Plioesti, Dunkerke,…) todas generalmente de mediano y pequeño tamaño han seguido el ejemplo con resultados generalmente positivos.
Y no solamente ciudades, Luxemburgo, en línea con los planes de la Unión Europea en materia de movilidad sostenible, se convertía hace unos meses en el primer país del mundo en el que todo el transporte público es gratuito. No solamente en su capital, en los 2.500 km² de su territorio, un espacio equivalente al de todo Bizkaia. Con ello se pretende reducir drásticamente el tráfico y dar un respiro a las clases desfavorecidas (aunque nos parezca increíble, en un país tan pequeño y tan rico el 13% de su población activa y el 10% de los jubilados se encuentran en riesgo de pobreza). Maravillas del capitalismo avanzado.
PAGO POR USO
Se acabó pagar por comprar. El pago por uso no es una moda, ha llegado y se queda. Casi sin enterarnos ya lo estamos utilizando (Spotify, Airbnb, Netflix,…) Ya prácticamente no compramos un CD para escuchar música, no digamos un DVD! y los videos VHS duermen el sueño de los justos en un rincón del trastero desde hace más de 20 años. Y es que la transición digital nos trae cambios de modelo de consumo: USAR SIN POSEER. Y más vale que nos acostumbremos si no lo estamos ya.
En el caso de los vehículos de cualquier tipo, cuando hablamos de pago por uso no hablamos de renting u otros modos de financiación o alquiler, estos modelos no sacan el vehículo de las carreteras y las calles, simplemente mantienen el modelo mismo vehículo/mismo usuario sin que esto aporte nada a la reducción de la flota; hablamos de otras alternativas recientemente surgidas en grandes ciudades que comienzan a extenderse por poblaciones de mediano y pequeño tamaño.
El CARSHARING
El uso temporal de vehículos es un modelo de alquiler de automóviles, fuertemente basado en aplicaciones que facilitan la localización, el acceso y el uso de vehículos generalmente eléctricos, en el que el usuario alquila el vehículo durante un periodo de tiempo o un trayecto determinados. De este modo aquellos usuarios que necesitan hacer un uso ocasional o rutinario del vehículo tienen una alternativa sencilla, sostenible y barata para desplazarse.
Habitualmente la implantación de la red carsharing la realiza la iniciativa privada, con apoyo de los organismos municipales, o bien cooperativas de usuarios o de consumidores de energía. Más de seiscientas ciudades en todo el mundo disponen de la oferta para el uso de estos servicios y su implantación va progresando. En Euskadi iniciativas semipúblicas como iBiltek pueden ser el germen de la futura generalización del sistema.
Los servicios para compartir automóviles, facilitarán el uso del vehículo eléctrico, porque la potencia y la velocidad perderán importancia a favor de llegar a su destino lo más sencilla y económicamente posible. La consultora de negocios Frost and Sullivan estimaba en 2016 que dos de cada diez vehículos compartidos nuevos ya eran eléctricos y la tendencia era a seguir aumentando rápidamente. Hoy, circulan más coches eléctricos compartidos que en propiedad. Los nuevos conductores, los de coches eléctricos, ya piensan diferente.
ADIOS TREN SOCIAL, HOLA TAP
El Consejo de Europa ha declarado este año 2021 “Año Europeo del Ferrocarril”,es por tanto un buen año para reivindicar el ferrocarril, sin ideas predeterminadas ni complejos.
Recientemente en un foro de la izquierda alternativa europea y para desolación del moderador, un europarlamentario sueco de la NGLA (Alianza de la Izquierda Verde) respondió a la habitual retahila de preguntas retóricas autorrespondidas sobre el denostado tren de alta velocidad que a él financiar el TAV con dinero público le parecía una buena idea, porque “la alternativa es tener más coches en la carretera, más ruido, más contaminación” así que a él le parecía que era oportuno y que lo veía como una “buena inversión”.
Seguramente la postura de Jens Holm todavía es minoritaria entre esa pléyade de grupos, subgrupos, fuerzas políticas, movimientos, personajes y personajillos que desde el pensamiento y causa únicos, por comodidad o por simple estética, no se plantean siquiera que detrás de la idea de la alta velocidad puedan existir otros modelos que no son el TAV Madrid-Sevilla o el pelotazo urbanístico generado en su entorno. Pero en los países nórdicos, más libres que nosotros de esas hipotecas ideológicas y más acostumbrados a defender lo social y lo práctico, independientemente de que lo defienda el compañero o el adversario, lo tienen bastante más claro que nosotros.
Y es que amigos, lo insostenible no es un Tren de Altas Prestaciones que transporte a alta velocidad (o a velocidad alta que no es lo mismo) pasajeros y mercancias, lo insostenible es que, como dice un estudio de la CCI de Burdeos, cada 8 años se duplique el tránsito de mercancias por carretera entre Burdeos e Irún.
Lo caro es que las Haciendas Vascas tengan que sufragar la construcción, mantenimiento y reparación de carreteras y autopistas para el tráfico de mercancías entre África/Portugal/España y el resto de Europa, a sus expensas y sin que se les permita siquiera implementar una tasa de uso.
Lo carísimo es desdoblar una linea férrea obsoleta y casi inoperante para al final tener 2 vías igual de inoperantes e infrautilizadas que la única actual. Por no hablar del altísimo precio en seguridad laboral y vidas humanas que costaría hacerlo con la vía paralela en funcionamiento, eso es la pesadilla de cualquier técnico en Seguridad Laboral. Cuando una nueva vía de altas prestaciones liberaría a la actual para el tráfico de cercanías y permitiria incluso soñar con la recuperación de algunas de las antiguas vias férreas (Irati, Plazaola, Vascongado, Bidasoa, Tarazonica, …)
Eso es lo razonable, porque como dice el diputado sueco, el futuro de la movilidad de media-larga distancia para pasajeros y mercancías no es el avión ni el vehículo particular, ni el autobús ni el tráiler. Es el ferrocarril. O cuando menos el transporte intermodal: Ferrocarril rápido combinado con alternativas de “ultimo kilómetro”. En suma, menos vehículos particulares y más lanzaderas, menos tráileres y más furgonetas.
…y por supuesto, mucho Km0, mucha más economía circular y muchísima más política socialverde.