La Eurocámara y la Comisión han presentado el Eurobarómetro sobre el “Futuro de Europa”. Una encuesta que deja conclusiones de lo que queremos los ciudadanos europeos que sea nuestra Unión y de los principales problemas que nos preocupan.
Nuestras respuestas a lo largo y ancho del Continente, en los 27 Estados miembro, dejan bien a las claras, que la UE nos importa tanto como para exigir una mayor participación en las decisiones que se toman en Bruselas. La imagen de la Unión es mucho más positiva que negativa y lo que más valoramos es su democracia y el respeto de los derechos humanos. Y pese a que las preguntas se realizaron durante los meses de octubre y noviembre del pasado año, en plena segunda ola de pandemia, la principal preocupación de los europeos es el cambio climático. Podríamos decir que la crisis del euro, el Brexit y la COVID-19, han obligado a los ciudadanos europeos a un alto grado de madurez y realismo sobre la importancia del proyecto de construcción europea.
LOS EUROPEOS Y LA UE
Casi la mitad de los encuestado tiene una imagen positiva de la Unión, frente al 14% que la tienen negativa. Una opinión que no ha cambiado sustancialmente en los últimos seis meses, es decir, poco ha variado esta percepción las decisiones tomadas por las Instituciones Europeas durante la pandemia, salvo que entendamos que no ha afectado negativamente al valor que le concedemos a la UE. Sin embargo, la pandemia si ha hecho reflexionar sobre el futuro de Europa a más de un 60%. Un proceso que lleva nos lleva a pensar a los europeos que debemos ser tenidos más en cuenta en las decisiones que se toman en Bruselas. Nada menos que un 92% de los encuestados cree que los ciudadanos deben participar más en las cuestiones claves para el futuro de la Unión. Y como mejor cauce para ello tenemos claro – un 55% – lo mejor es votar en las elecciones europeas. Eso sí, en esta materia somos menos homogéneos, siendo los nórdicos los más proclives a votar y los países gobernados por fuerzas políticas eurófobas los menos, como es el caso de Polonia. Y ojo, la mitad de los españoles ve con indiferencia a la UE y un 24% ha empeorado su percepción durante la pandemia.
MÁS DEMOCRACIA EN LA UNIÓN
El hecho de solicitar más participación está íntimamente unido a la importancia que los ciudadanos europeos concedemos al respeto a la democracia y de los derechos humanos, como principal valor de la UE con un 32%. Cierto es que un 30% considera que lo más relevante de la Unión y, por tanto, un pilar a defender es su poder económico, industrial y comercial. Esa mezcla de valores fundamentales y de realismo material, está en las señas de identidad del proyecto europeo pensado por los padres fundadores de Europa, y lo han interiorizado perfectamente las generaciones actuales. Pero además ha calado la idea de que se debe profundizar en la igualdad de los europeos sean del país que sean. El alcanzar un estándar similar de calidad de vida de los europeos y las buenas relaciones y la solidaridad entre los Estados miembro, también es un anhelo muy relevante para los ciudadanos de la UE.
EL CAMBIO CLIMÁTICO PRINCIPAL PREOCUPACIÓN
El cambio climático es la principal preocupación para los europeos (45%). La segunda y tercera amenazas son el terrorismo (38%) y los riesgos de la salud (37%), factor claramente influido por la pandemia actual. La inmigración se queda fuera del podio coyunturalmente, pero representa para un 27% la mayor inquietud. Y puestos a pedir mejoras de futuro, los europeos queremos una UE con estándares de calidad de vida similares en todos los territorios, una solidaridad más fuerte entre los 27 países de la Unión y una política común de Salud. Por último, es evidente que la pandemia ha servido a las Instituciones Europeas por el momento para salir fortalecidas ante sus ciudadanos. Un 74% cree que las medidas de apoyo financiero han servido para mantener los puestos de trabajo; un 72% estima que las ayudas a las empresas que atraviesan dificultades están siendo efectivas y un 68% considera que el Plan de Recuperación “Next Generation EU” va a ser positivo para salir de la crisis. A la vista de las respuestas resulta difícil creer que a los europeos no nos importa nuestra Unión y que no tenemos claro lo que queremos de ella en el futuro.